[Conversación telefónica]
-¿si?
-¿Marta Tamayo?
-si, soy yo
- Te llamo de la Oficina Erasmus para informarte de que hay
una plaza vacante a la que puedes acceder
- ¡SI! ¡SI QUIERO!¡ME VOY!!
-Bueno, aún no te he dicho dónde; es uno de los destinos que
marcaste
- Si me da igual yo lo que quiero es irme
- Bueno pues es París 8
- ¿París?¡¡¡Perfecto!!! Y…que tengo que hacer?
-Sube al mostrador de Información y Registro, y entrega el
impreso de aceptación, te recuerdo que mañanA es la reunión
- Muchas Gracias
Y así en un momento, todo parecía volver a tener sentido.
Cuando pedí el Erasmus me quedé a las puertas, me quedé sin plaza…Y volvieron
los agobios, ¿qué hacía yo otro año más aquí? No podía, quería irme, necesitaba
irme, y de repente ZAS! El destino al que dije que nunca iría en toda Francia se
convierte en una opción más que válida; y en un objetivo que conseguía que se me
olvidasen los agobios del presente. Lo repetía como un tantra : París, parís parís
parís parís parís… Y se me iban los agobios.
Pero uno nunca sabe lo que va a encontrarse allí por donde va, y a medida que pasa el tiempo el objetivo de pasar un año en París se va
materializando y…Da un poquito de miedo.
Miles de papeles a entregar, un idioma que hay que recuperar
(porque yo en su día hablaba y escribía en francés sin demasiados problemas),
buscar alojamiento, qué estudiar allí, qué me encontraré allí…Agobios agobios
agobios y con el tantra de parís me pongo más nerviosa.
Pero sobreviviré, y os contaré todo lo que me encuentre, eso
sí para eso falta bastante pero tenía que contarlo.
Se les quiere
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