miércoles, 22 de enero de 2014

La historia de las cucharas que fueron arte.

Recuerdo a María, agobiada y dando vueltas por la habitación, tratando de explicarnos por qué esta vez de verdad tenía motivos para encerrarse en su cuarto a preparar su próximo trabajo. Compartir un Erasmus en París con Bellos Artistos (como ellos se denominan en sus camisetas) produce en cualquier ser humano, con algo de interés creativo, una nueva manera de apreciar todo lo que nos rodea; y añade a tu lista de dudas eternas la pregunta ¿Qué es arte y qué no lo es?


Esta vez María debía entregar un trabajo que consistiera en un montaje pintura o lo que a ella se le ocurriera, sobre: cómo el objeto banal puede convertirse en arte (realmente no sé si esto era una premisa o fue ella quién decidió centrarse en esto). Y nos explicó que había pensado en hacer algo con los cubiertos y los platos de la residencia, hacer un montaje con ellos, pero claro, tenía que contextualizarlo y darle un sentido.

Mi ferviente imaginación acrecentada por mis Bellos artistos, y mi incapacidad de dejar a María agobiada sin poder ayudarla hicieron que abriera la boca y dije:

-Por qué no coges todas la cucharas o los tenedores, lo que quieras, todos los que hay en la residencia; y les haces fotos. Para explicar que todos son de diferente material, peso, tamaño y diseño; pero que en realidad todos sirven para lo mismo, para llevarse la comida a la boca. Como con las personas, por más que trabajes en tu apariencia e intentes destacar, al final somos todos iguales.


De esta estupidísima reflexión mi querida amiga María hizo este montaje.









Fotografías de María F Sánchez


Obviamente se observa la diferencia entre el afán transitorio por el arte, y una verdadera artista, mi favorito eran las cucharas "flotantes" en tarros de cristal

Y yo os lo cuento porque habla sobre ello en su TFG y me hacía mucha ilusión compartir con vosotros la historia de las cucharas.(Aquí el blog de la artista con su entrada sobre este montaje)

Pero que no se os olvide, que las personas somos como las cucharas, todos somos diferentes, pero al final todos estamos programados para lo mismo. Y ser felices no es intentar ser la cuchara más brillante del cajón, sino ser feliz entre cucharas.



Se les Quiere.

_cfw_