martes, 30 de octubre de 2012

Paris avec toi

SACRE COEUR, PARIS

La pantalla de llegadas de Charles de Gaulle indicaba que mi visita había aterrizado hace 10 minutos, como no llevaba maleta supuse que tardaría poco en salir por la puerta, me equivocaba. Porque puede que esperar 10 minutos sea una nimiedad pero teniendo en cuenta que llevaba esperando un mes su llegada, esos 10 minutos se hicieron eternos.

Las puertas se abrieron y apareció y tras el abrazo y  cerciorarnos de que era cierto, que por fin había llegado, empezamos a andar para llegar al que sería el hotel de mi turista durante el fin de semana. Entramos en el metro y entonces lo entendí.

París es una ciudad de dos; el metro va lleno, muy lleno, no te queda otra que achucharte con tu acompañante y que 4 ojos (que son mejor que dos) vigilen las pertenencias de ambos. Y te apoyas en el otro para aguantar el vaivén del vagón y así , siendo dos, el viaje se aguanta mejor. Ocurre lo mismo con la lluvia, caminar en pareja bajo un mismo paraguas, además de ser un cliché romántico, es mucho más práctico: uno sujeta el paraguas y el otro busca en el mapa dónde poder ir para evitar el temporal.Y así.

Tras un fin de semana de frío polar, interminables esperas para entrar a los puntos clásicos del turisteo, comer a deshoras y en cantidades pequeñas por aquello de no gastar en un restaurante, odiar el frío savoir faire de los franceses a la hora de tratar con turistas, perderse por falta de indicaciones en un mapa y llegar a casa muertos de cansancio...Tras un fin de semana en el que podría quejarme (como suelo hacer) de todas aquellas manías y costumbres parisinas que me desesperan y que no alcanzo a entender

Me encanta París, porque ahora, gracias a mi acompañante, la entiendo y es maravillosa.
Un mes más y volveré a ver bonita la Ciudad de la Luz.

 Soul Kitchen (33 RUE LAMARCK MONTMARTRE, PARIS)


Desde París, contando los días...

Se Les quiere

_CFW_